INTRODUCCIÓN A LOS "OLD CHARGES", O ANTIGUOS DEBERES. Francisco Ariza


Francisco Ariza

Los Old Charges, o "Antiguos Deberes", constituyen una serie de manuscritos de un valor verdaderamente excepcional. Con ellos, la Masonería de nuestros días encuentra el eslabón que la une con su antigua tradición operativa, la llamada Masonería del Oficio o Craft Masonry. En efecto, los "Antiguos Deberes" constituyen la prueba incontestable de que la actual Masonería procede, por mediación del Renacimiento, de los constructores medievales, de los que hereda sus principales símbolos relacionados con la construcción, así como los "usos y costumbres" por los que se rigen sus integrantes. En este sentido, recordaremos que las "Constituciones de Anderson" de 1723 y 1738 se inspiraron justamente en los Old Charges, tomándolos como modelo y guía para su redacción. Y el hecho de que las Constituciones y Reglamentos Generales de casi todas las Logias y Obediencias actuales se inspiren a su vez en las de Anderson, confirma la existencia de esa continuidad, de ese hilo ininterrumpido, entre la antigua Masonería y la nacida en 1717, a pesar de las diferencias que pudieran existir entre una y otra.

Sobre el sentido simbólico e iniciático encerrado en los Old Charges queremos extraer algunos fragmentos del primer capítulo de La Cosmogonía Masónica. Símbolo, Rito, Iniciación, de Siete Maestros Masones:

Prácticamente, todos los manuscritos que se han conservado de los antepasados operativos se centran en la descripción simbólica del árbol genealógico que comienza con la descendencia adámica y finaliza con la expansión y establecimiento de la Masonería en la Europa medieval. En esos manuscritos se han recogido los episodios más significativos de la historia sagrada y mítica de nuestra Orden, lo que podríamos denominar nuestra “memoria sagrada”, reiterada asimismo en cada una de las leyendas y mitos que jalonan la estructura jerarquizada de los distintos grados iniciáticos. De más está decir que esas leyendas, lejos de ser simples fantasías como podría pensarse desde la ignorancia de lo profano, constituyen elementos muy importantes dentro de la propia enseñanza iniciática. 

En tanto que símbolos de transmisión oral [que se vierten posteriormente en la escritura], las leyendas y los mitos son también vehículos y soportes de la influencia espiritual emanada del Gran Arquitecto (...) Poco importa que el evento relatado en las leyendas [y mitos] haya tenido necesariamente que ocurrir tal y como se cuenta en ellas, o que haya tenido su traducción en el plano de la historia. Lo que importa, sobre todo, es lo que dicho evento está simbolizando de la realidad de lo sagrado, y que siempre tendrá una correspondencia análoga con lo vivido y experimentado interiormente por el iniciado.

Desde el punto de vista de la realización espiritual el mito y la leyenda son, pues, la “historia verdadera”, la que aconteció en los orígenes y acontece periódicamente cada vez que se actualiza lo que en ella se está revelando (...)

En realidad la manera como están escritos estos episodios legendarios deja entrever una “ingenuidad” propia de hombres que lo que en verdad les ha interesado transmitir no es la letra, o la forma, sino el espíritu de lo que a través de ella -como símbolo- se manifiesta y revela. En definitiva, que se remiten a lo esencial.

Si actualmente podemos disponer de los Old Charges, ello es debido en gran medida a la labor llevada a cabo por la Logia de estudios inglesa "Quatuor Coronati Nº 2076", conformada por estudiosos de la historia y el simbolismo de la Masonería, los que se han encargado de rescatar esos manuscritos de las bibliotecas y archivos masónicos dispersos por todo el mundo, y especialmente por la geografía británica.


En los Old Charges cabe destacar dos partes principales: 

1. Una historia legendaria del oficio y de la fraternidad masónica. En esa historia se trata principalmente del "origen primero de la Geometría", a la que constantemente se identifica con la Masonería, destacándose también al resto de ciencias y artes liberales. Se menciona a sus fundadores míticos y antediluvianos (Caín, Seth, Henoch, Lamec, Jabel, Jubal, Tubalcaín, Noemá, Noé y sus hijos, Sem, Cam y Jafet) y a ese linaje de dioses, sabios y filósofos (Hermes, Pitágoras, Euclides), patriarcas (Abraham) reyes (Nemrod, David, Salomón, Hiram de Tiro, Carlos Martel, Carlomagno, Athelstan, Edwind), artesanos históricos y legendarios (Hiram, Adoniram, Betsaleel, Amon, Naymus Grecus), y tantos otros que han transmitido la Ciencia Sagrada a lo largo del tiempo, y que constituyen la auténtica "cadena áurea" de la Orden masónica, que si bien nace como tal en la cristiandad medieval (algunos autores citan como fecha significativa el año 926, cuando fue convocada en York la primera asamblea general de los constructores ingleses), y bajo su forma actual hace casi tres siglos, en ella pervive la memoria de un origen mucho más antiguo (tan antiguo como la Geometría), y es justamente para que esa memoria no se perdiera que se plasmó por escrito lo que antes se transmitía de forma oral. En esa transmisión, ya fuese oral o escrita, se vehiculaba ante todo la historia simbólica de la Orden, lo que formaba parte de la enseñanza que recibían los que recién ingresaban en el oficio. En este sentido hay constancia de que la costumbre de leer los Old Charges al nuevo masón era común en la época medieval, y lo continuó siendo durante el siglo XVIII, como lo atestiguan las propias "Constituciones de Anderson", en las que figura explícitamente la obligación de leérselos al recipiendario tras la ceremonia del rito de iniciación.

2. Los "deberes" propiamente dichos. Se trata de los "usos y costumbres" que regulaban la conducta de los aprendices, compañeros y maestros, entre sí mismos y en relación al Oficio y la Fraternidad. Ese conjunto de reglas y obligaciones debían ser observadas fielmente, tanto en el terreno profesional como en el particular y personal. Se trata de unos códigos de comportamiento que revelan un alto concepto de la moral y la ética, lo que teniendo en cuenta el carácter iniciático de la Orden masónica debe verse como la aplicación a nivel social de principios de orden mucho más profundo y elevado, principios de los que derivaban también los secretos del oficio. 

Como hemos dicho en el primer capítulo, si bien los Old Charges proceden de la antigua Masonería inglesa y escocesa, también hay que hablar de los Reglamentos y Constituciones procedentes de la Masonería continental, especialmente la de las cofradías y guildas de los países germánicos, que se agruparon bajo la poderosa "Federación de Logias del Santo Imperio", conocida como la Bauhütte, cuyos centros principales se encontraban en Estrasburgo, Colonia, Ratisbona, Viena y Berna.2

Acerca de la genealogía de los Old Charges he aquí lo que nos dice de manera sintética R. H. Baxter en su Antiquity of our Masonic Legends (1929), quien destaca a las principales familias masónicas de las que surgieron la mayoría de estos documentos:

El Regius está colocado a la cabeza a causa de su antigüedad, más no se puede decir que los otros deriven de él. Este queda aparte. Por el contrario, todos los otros manuscritos proceden más o menos directamente del Cooke, al menos en lo que concierne a la historia legendaria del oficio: hemos visto en efecto que el vasto fresco histórico introducido por el autor del Cooke II se encuentra con dos variantes en todos los manuscritos posteriores. 

La familia Plot comporta en particular el manuscrito William Watson que, de todos los manuscritos de los Old Charges, es el más próximo al Cooke. Es, sin embargo, del final del siglo XVII (1687): representa pues una transmisión particularmente fiel de la tradición medieval. El nombre de la familia Plot es debido al hecho de que el manuscrito (hoy en día desaparecido) que el Doctor Plot describe en su Historia Natural de Staffordshire de 1686 pertenece a esta familia. 

El manuscrito Tew es de la segunda mitad del siglo XVII. El original Tew mencionado más arriba suponemos que es un eslabón entre éste y un antiguo manuscrito de la familia Plot.

El manuscrito Atcheson's Haven es de 1666 y es uno de los más antiguos manuscritos de los Old Charges provenientes de Escocia. Como se sabe, los Old Charges no aparecen en Escocia sino después de 1660. La pequeña localidad de Atcheson's Haven es conocida por los archivos de su Logia que remonta a 1.598 y contiene en particular un ejemplar de los estatutos Schaw. 

El manuscrito Buchanan es de la segunda mitad del siglo XVII. El Beaumont es de 1690. El Portland es de la primera mitad del siglo XVII, y el Coleraine (o Bolt Coleraine) es de 1728, lo cual ilustra la supervivencia de los Old Charges tras las Constituciones de Anderson. 

La familia Roberts está formada por manuscritos de la segunda mitad del siglo XVII, y de la primera mitad del siglo XVIII. Uno y otro fueron impresos en 1.722. 

La familia Sloane está subdividida en varias ramas (Thorp, Sloane, Hupe, Embleton). La rama Sloane comprende el manuscrito de 1.646 que parece ser está redactado en vista de la recepción de Elías Ashmole.  

La familia Grand Lodge está igualmente muy subdividida. Aunque bastante alejada del Cooke por su contenido, comprende los más antiguos de los manuscritos post medievales (ms. Gran Lodge nº 1, de 1583) mientras que existen manuscritos mucho más recientes que son más fieles al Cooke, tal el William Watson mencionado anteriormente. Esto muestra que la diferenciación de la tradición manuscrita es antigua y se remonta por lo menos al siglo XVI. 

La familia Spencer está sobre todo formada de manuscritos tardíos (primera mitad del siglo XVIII). Como en el caso de la familia Roberts, se encuentran impresos de 1728-29 y también de 1739. 
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Texto perteneciente al libro La Tradición Masónica. Historia, Simbolismo, Documentos Fundadores.


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Notas

1. Esta Logia (cuyo nombre alude a los Cuatro Santos Coronados, que forman parte muy importante de la historia masónica, y muy especialmente venerados por los antiguos masones de habla alemana), publica anualmente el fruto de sus investigaciones en la revista Ars Quatuor Coronatorum. Constituida el 24 de Noviembre de 1884, la Quatuor Coronati es la primera Logia de Estudios conocida, y el modelo de todas las que se crearon a partir de entonces (entre las que sobresale actualmente la "Loge National de Recherches Villard de Honnecourt", y su revista del mismo nombre, que ha traducido y publicado numerosos manuscritos y documentos). En sus estatutos de 1887 la Quatuor Coronati indica sus principales objetivos: 
1. Crear un centro y un lazo de unión para los estudios de la Masonería.
2. Atraer a los masones a fin de inculcarles el interés en la búsqueda masónica.
3. Someter los descubrimientos y las conclusiones de las búsquedas al juicio y la crítica de los Hermanos competentes.
4. Expandir en toda la Orden las comunicaciones y las conclusiones, publicando los trabajos de la logia en su integridad.
5. Reimprimir los trabajos raros y de calidad sobre la Franc-Masonería, así como los manuscritos.
6. Dar a conocer a la Masonería inglesa las búsquedas realizadas por los Hermanos extranjeros publicándoselas.
7. Prestar atención a la extensión progresiva de la Masonería en el mundo.
8. Crear una biblioteca y un museo masónico.
Asimismo queremos destacar a los historiadores  D. Knoop, G. P. Jones y D. Hamer colaboradores de la Ars Quatuor Coronatorum. De los dos primeros mencionar sus tres obras fundamentales al respecto: The Mediaeval Mason, The Genesis of Freemasonry y Early Masonic Catechims. También a A. G. Pool y su The Old Charges. Y al historiador Harry Carr y, entre otras obras, su The Free Mason at Work. Al norteamericano A. Mackey y su prestigiosa Mackey's Revised Encyclopedia. Y a tantos y tantos otros que se han dedicado a recuperar este importante patrimonio de la Masonería.

2. Denys Roman nos recuerda que un arquitecto austriaco, Franz Rziha, escribió a finales del siglo XIX un libro acerca de la Bauhütte. Allí se decía que los rituales que practicaban esas logias tenían numerosos puntos en común con los de la Masonería actual. Por ejemplo: “las dos columnas, los tres pilares, la houppe dentelée [cuerda anudada], la posición del Venerable en el Oriente, la distinción de los tres grados, la apertura de los Trabajos por tres golpes de mallete, los tres viajes del primer grado, las marchas rituales, la ‘genuflexión en escuadra’ (postura que guarda una relación evidente con la esvástica), la manera de beber, de saludar, de dar las gracias ritualmente, etc. El autor habla también de las ‘marcas operativas’, de las que reproduce numerosos ejemplos, desde las líneas sobrias del arte griego hasta las complicaciones del estilo rococó; una marca era dada al Compañero nuevamente recibido; y conviene recordar que la actual Masonería de la Marca (Mark Masonry) es considerada como un  prolongamiento del grado de Compañero”. (Réflexions d'un Chrétien sur la Franc-Maçonnerie, L’Arche vivante des Symboles. cap. VIII, “Luces sobre la Masonería de los Antiguos Días”). 




El Taller: franciscoariza5@gmail.com



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